Con una lógica de trabajo interdisciplinario, en la que se articulan la Antropología, la Arqueología, la Semiótica, la Historia, la Lingüística, la Educación,  y la Comunicación Social, el Instituto permite ampliar las perspectivas de la investigación local y brinda nuevos impulsos en la formación de una masa crítica de investigadoras/es y becaries del CONICET.