Hallazgo de Barbacuá de piedra en sitio arqueológico en Mártires

Se dan a conocer los primeros avances de las investigaciones realizadas en la cercanía del Municipio de Mártires (Misiones), donde por primera vez en la provincia se trabaja arqueológicamente un secadero de yerba mate tipo Barbacuá.

En el año 2017, se reportó el descubrimiento de distintas estructuras líticas en la zona periférica de dicha localidad. Las más sobresalientes correspondían a entradas de conductos subterráneos. 

A raíz del hallazgo, el área de Cultura y Turismo municipal se contacta con la Dirección General de Patrimonio Cultural y Museos dependiente de la Subsecretaría de Cultura para la identificación de las estructuras. Es así que el Equipo Científico, integrado por la Dra. Lorena Salvatelli (Subsecretaría de Cultura Misiones), la Dra. María Victoria Roca (IESyH-CONICET/UNaM) y la estudiante avanzada de Antropología Arqueológica, Mónica Leyria (Estación Vía Cultural), se hace presente en el lugar e inicia las tareas de excavación.

Durante el trabajo de campo se localizaron y relevaron cuatro conductos subterráneos y dos recintos con dos habitaciones cada uno, esparcidos en un radio de 7 km. La perspectiva de abordaje del sitio incluyó el trabajo en conjunto con miembros de la comunidad a través de sus relatos de vida vinculados a las actividades yerbateras. Además, se trabajó en profundidad una de las estructuras subterráneas mejor conservadas y se logró identificar su funcionalidad: un secadero de yerba con sistema Barbacuá.

La estructura podría tener un origen jesuítico. Al mismo tiempo las evidencias halladas hasta el momento revelan la reutilización de esta construcción. Esta sería la primer estructura productiva trabajada desde la arqueología que se relaciona con la principal explotación de la región: la yerba mate.

El Barbacuá tiene unos 7 metros rectos y de ahí se bifurca en dos conductos con sus vías de salida del calor. Hay una parte de la construcción que corre riesgo de derrumbe por eso no puede ser excavada por completo. La obra está realizada con piedra itacurú.

María Victoria Roca, comentó que “la piedra itacurú es un material que tiene propiedades refractables, es decir, que conducía el calor hacia la yerba. El calor entraba por la boca del conducto subterráneo y salía por las dos boquillas, lo que contribuía con el proceso de secado de la yerba mate”. Mencionó que los restos encontrados muestran un uso continuo del predio a lo largo del tiempo.

Mónica Leyria, otra de las investigadoras, dijo que “es un trabajo muy metodológico en el que cada intervención es documentada, registrada y analizada”. Si bien no se hizo una excavación profunda, se realizó más bien una limpieza y un relevamiento de aquello que iban encontrando, mediante fotos, mediciones, análisis de los materiales e interpretación a través de los documentos.

“Hicimos perfiles estratigráficos viendo las capas de ceniza y la ocupación de esa estructura desde esa funcionalidad de quema de materiales. Hay un montón de indicadores que llevan a la conclusión de la funcionalidad”, precisó Leyria. Sin embargo, la temporalidad de la estructura aún no pudieron determinarla. “Podemos decir que fue hace mucho tiempo, pero necesitamos trabajar mucho más para saber con exactitud” aclararon las tres investigadoras.

Adelantaron que ahora están en una etapa de trabajo en laboratorio, estudiando las muestras que relevaron y buscando información bibliográfica y documental sobre el periodo estimado de funcionamiento del secadero.

(Fuente: www.economis.com.ar)