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Comunicado ante el cierre del Instituto Nacional de Medicina Tropical (INMeT)

Declaración de las autoridades del Instituto de Estudios Sociales y Humanos (CONICET-UNaM)


CIENCIA, PACIENCIA, IMPOTENCIA

Desde el Instituto de Estudios Sociales y Humanos (IESyH-CONICET-UNaM) expresamos nuestra profunda preocupación y solidaridad con las y los colegas del Instituto Nacional de Medicina Tropical (INMeT), ante el intempestivo cierre de esta institución, que no sólo representa un retroceso para la Ciencia Nacional, sino también un duro golpe a quienes dedicaron años de trabajo, vocación y compromiso a construir un centro de referencia en salud pública desde una perspectiva federal. El INMET se dedica a la investigación y trabaja en la prevención y control de enfermedades transmitidas por vectores, como el dengue, la leishmaniasis y la fiebre amarilla, así como en zoonosis y enfermedades infecciosas emergentes y reemergentes, incluyendo el hantavirus.

La medicina tropical y las enfermedades desatendidas requieren atención continua, investigación rigurosa y sostenida presencia territorial. Durante más de catorce años, el INMeT sostuvo líneas de investigación de alta calidad, produjo conocimiento estratégico, formó recursos humanos especializados y colaboró con organismos internacionales como la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Organización Panamericana de la Salud (OPS). Su vaciamiento pone en riesgo tanto ese legado como las capacidades instaladas en una región históricamente relegada.

El personal científico y técnico del INMeT no está compuesto por “comodines” que puedan ser reubicados sin consecuencias. Se trata de profesionales que han elegido construir su vida personal y laboral en Puerto Iguazú, una zona estratégica transfronteriza lo cual implica establecer vínculos con la comunidad, desarrollar proyectos a largo plazo y apostar al arraigo en una zona de frontera atravesada por profundas desigualdades. Disponer su traslado sin consulta previa ni planificación participativa no constituye simplemente una decisión administrativa: es una forma de violencia institucional que desconoce los tiempos, los procesos y los sentidos de una investigación comprometida con la ciudadanía y el territorio.

El desmantelamiento de laboratorios, la incertidumbre sobre el destino de muestras y equipamiento adquiridos con fondos públicos, y el desarraigo forzado del personal no son gestos menores. Son ataques directos a la soberanía nacional, científica y sanitaria del país, y son heridas que socavan la capacidad de producir conocimiento desde y para el lugar donde más se lo necesita.

Acompañamos a quienes hoy, entre lágrimas y perplejidad, deben abandonar un edificio construido con esfuerzo colectivo, y reafirmamos nuestro compromiso con una ciencia pública, crítica y situada, al servicio de las necesidades del pueblo argentino.